11.11.04

Máquinas de una molécula

Poder construir ordenadores de una sola molécula ha dado recientemente un paso más hacia una realidad a partir del momento en que los científicos informaron respecto del descubrimiento del transistor más rápido del mundo, una tela de carbono del espesor de un solo átomo.

La estructura del carbono, anteriormente desconocida, llamada grafeno, es una hoja fuerte, estable y conductora que podría ser una gran contribución a la nanotecnología en la industria de la electrónica.
"El santo grial de los ingenieros electrónicos es el denominado transistor balístico", dijo el Profesor Andre Geim, el principal investigador a LiveScience, "De hecho, sería muy, pero que muy extremadamente veloz".
Un transistor se utiliza como un interruptor para direccionar la electricidad. En su forma más simple, un interruptor tiene dos alambres de metal que cuando se tocan permiten que fluya la electricidad y cuando no previenen que crucen los electrones.
La tecnología actual de nuestros ordenadores utiliza transistores de silicio, un semi-conductor, que a diferencia de los dos alambres está abierto o cerrado dependiendo de la cantidad de voltaje que pase a través de él. Millones de estos transistores, actualmente tan pequeños como una fracción de un micrómetro, o menos de una millonésima parte de un metro, se coloca en un único chip.
Cuanto más pequeño pueda hacerse un transistor más rápidamente podrán pasar los electrones a través de él. Cuanto más rápida fluya la electricidad entonces menos electrones se perderán entre la entrada y la salida del transistor, denominado contacto.
"Con este fin hay que realizar o contactos muy cortos en distancia o encontrar un material donde los electrones puedan viajar distancias razonablemente lejanas (menores de un micrómetro) sin dispersarse", dijo Geim.
El grafeno permite a los electrones viajar distancias sub micrométricas sin dispersarse y más rápidamente que cualquier otro transistor, aunque aún no están seguros de cuanto más rápido, de acuerdo con un estudio publicado el 22 de Octubre en una edición de la revista Science.
Las capas que han desarrollado los investigadores en la Universidad de Manchester y los de Chernogolovka, en Rusia son actualmente de unos diez micrómetros de espesor y el próximo paso es hacerlas accesibles a las industrias que deseen utilizarlas.
"Los ingenieros en computación requerirán de "paquetes" de grafeno de un tamaño de unas pulgadas antes de poder considerar al grafeno como "la gran cosa", dijo Geim. "En la actualidad, los científicos pueden fabricar nanotubos (una estructura de carbono similar al grafeno) de varios centímetros de largo", dijo el camarada investigador Kostya Novoselov "y podemos esperar razonablemente un progreso similar para la nanotela de grafeno".
El desarrollo de moléculas simples que funcionen como un ordenador es la meta final de los investigadores, pero por el momento están entusiasmados por las posibilidades que presenta el grafeno en la actualidad.
Fuente: ASTROSETI

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