Son las 01:30h AM y aquí estamos, encerrados en una pecera, dentro de la cual no se puede fumar, en la estación Delicias esperando un bus que nos lleve a Casetas, puesto que por problemas en las vías tenemos que coger nuestro tren allí. Los habitáculos herméticos que han diseñado para que los pasajeros esperen están para no tener que gastar millones en refrigerar toda la estación. Calor agobiante en verano, frío congelador en invierno. Desde luego, un 10 para el arquitecto, se nota que hacemos las cosas bien... (Supongo que más de uno habrá estado en la estación Delicias, habréis observado que es grande y espaciosa, el techo no se ve de lo lejos que está, y tanto pa qué?) En fin...
Son las 07:35h AM, y estamos en San Sebastián, ya queda menos... La verdad es que en el viaje no nos han tocado malos compañeros de viaje, dos teto... digo teutónicas (aunque parecían inglesas) y un australiano. Un australiano que llevaba la bandera de Inglaterra (no era la de Australia, era la de Inglaterra, que no tiene estrellitas ni mariconadas) y se molestó porque le preguntara si era británico (Pues si no lo eres, por qué coño llevas una bandera de quienes fueron vuestros patrones??) En fin... Además, cuando llegamos al habitáculo ese estrecho para 3 personas donde RENFE mete a 6, parecía que este zagal y una inglesa (la menos teutónica :)) eran pareja, porque estaban todo el rato con el roce y abrazaditos.... para que luego llegue el tren a San Sebastián, las chicas se bajan y el pavo se queda ?¿?¿? Ahí si que nos quedamos :O, a cuanto puede llegar la amistad forjada en unas horas de tren...
Ya son las 08:23h AM y ya estamos en Hendaya, pueblo vascofrancés. Dentro de una hora sale nuestro tren hacia París, así que habrá que irse a desayunar y esas cosas... Cabe decir que los baños estaban cerrados (aquí no sabíamos por qué, pero más tarde se nos revelaría el secreto...), así que ala, a mear en la vía del tren, como si estuviéramos en casa.
Una cosa curiosa de esto del Interrail, es que en Francia, como pudimos observar, no hay borregueros que hagan el camino desde la frontera, son todo TGV (Tren de Gran Velocité, o como se escriba), y nos costaba un poquito el billete del tren. En este caso, Hendaya - París nos costó únicamente 6€ (en este momento fue cuando empezó a emerger nuestro sentimiento antifrancés, como buenos españoles!). En fin, que subimos a las 09:34h AM a nuestro TGV destino París, después de dormir un 65% del viaje la espera ya se hacía muy larga, pero no llegamos hasta la capital francesa hasta las 14:55h PM.
Aquí fue cuando se nos reveló el secreto: me dirigía alegremente al baño cuando... "Oh my god!, que cola del copón, tendré que esperar... Espera... que pone ahí? 0.50 €!! Son of bitch!" Entonces fue cuando me marché a tomar por culo de ahí, donde cojones se ha visto que una persona tenga que pagar por hacer sus necesidades?? A partir de este momento, fue cuando ya lo vimos a lo largo de todo el viaje, pero cabe decir que no pagué (ni pagaré) por realizar un acto fisiológico. Queda dicho.
Así que, como ya era hora de comer, nos compramos una baguette (a precio de oro, por supuesto), y sacamos nuestro chorizico y buen jamón para darles envidia a los gabachos. Antes de comer, me acerqué a un bareto próximo a la estación, entré y pa' los baños de cabeza, sin preguntar donde están, porque entonces no te dejan, ese es el truco xD. El cartel que había a la entrada, de "El baño sólo para clientes", como estaba en francés y no sé leer, pues...
Después de llenar el buche, nos dirigimos a una patrulla de militares (esto me he enterado que es muy normal, ver a militares con armas por las calles tan tranquilos, que además, son todos niños, creo que nosotros éramos más mayores que ellos) preguntando por la Oficina de turismo. Como no tenían ni puta idea, entrá al Banco Nacional, que tiene un edificio delante de la estación de Monpartness, y bueno, el segurata negro armario de 2x3, me dejo pasar tranquilamente... llego a llevar una bomba de 5 kilos en lo mochila, y pasa, pasa.... En fin, que la mujer de la recepción sí que nos orientó, así que cogimos el metro de París, y pa' allí. Después de llegar a destino y preguntar por donde hay un camping, nos vamos hacia él.
Después de andar más de 3 km cargados como cerdas desde la última estación de tren y parar para echar una birrita cerca de unos lagos artificiales, llegamos al puto camping. Cuando llegamos, descubrimos que hay un bus desde donde dejamos la mierda del metro que nos trae directos... En fin, estas cosas para la próxima ya se saben...
Después de acampar, vamos a refrescarnos de nuevo el gaznate con unas Heineken que costaban ojo y medio, y después de hacer muchos planes para la noche, acabamos conociendo a unos madrileños (Víctor y Laura, nos conocieron por llevar bolsas de Sabeco, que cosas, eh?) y nos quedamos allí en el camping charrando acerca de lo que haríamos mñn, y de que nos veríamos en Holanda (ellos llevaban el mismo camino que nosotros, pero ellos mñn ya se piraban para Bruselas).
Así que éste fue el primer día de nuestra corta y extraña aventura por tierras europeas, hasta la próxima entrega!.
Fotico en casa del Dodo antes de partir a la aventura
En la estación Delicias esperando en la celda de cristal.
3 comentarios:
tomaaaa esto si es un diario de viaje en condiciones! fíu! a ver si mantienes el nivel el resto de días :-D
jeje pos el segundo día ya está listo... solo queda llegar a la fecha :P
mira que tener que ir a casetas a pillar el tren :D :D
pero la estacion ya no es lo que era antes, asi que..
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