A pesar de que al principio el día parecía que iba a ser muy muy feo, con todo el cielo negro y emcapotado, tras un par de horas se deshizo el entuerto, y salió el sol... el cuál ha permanecido hasta hace bien poco, cuando las sombras de Mordor han vuelto a ganar la batalla...
No esperaba encontrarme al Comandante tan lejos de casa...
Así que este mediodía... como lo prometido es deuda, y les debía una comida a mis compañeras de piso (malpensados!), qué mejor que el día de mi vigésimo sexto (:SSSS) cumpleaños para devolver el favor. Además, hemos contado con la presencia de Yaser, a quien se lo comenté el viernes que estaba invitado a comer a casa.
He preparado el único plato que sé hacer además de la tortilla y la vuelta y vuelta con/sin sofrito de carnes y pescados: pechugas en salsa de cebolla (aproveché el lunes para comprar en Zgz, aquí no sabía si iban a tener lo que necesitaba, que son muy raros :D). Yaser, fiel a sus tradiciones, se había hecho acopio de una cantidad de comida árabe tal que tenemos comida mañana y pasado, si nos descuidamos...
Madre mía, cuánta comida!
¿Listos para no dejar nada en la mesa??
Mis italianas (permítanme la expresión, por favor) me han dado una tarjeta de felicitación, lo cual me ha hecho mucha ilusión (hay que ver lo sentimental que se pone uno cuando no está en su casa :)), y además han preparado un postre maravilloso... una tarta de queso con mermelada de fresas/moras exquisita!
Authentic Italian Mammas :D (do not admit fakes!)
To' pa' mi!
Después de comer y la cháchara del café, donde se nos han hecho las mil hablando de esto y aquello, me he decidido a dar una vuelta por el Roath Park, un parque que no sabía que lo tenía tan cerca de casa y es perfecto para hacer footing, descansar, disfrutar del placer de sentarse y ver pasar el tiempo o bajar la comida simplemente :).
El lago de Roath Park
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